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(Redacción.-) Queremos ser claros. Los científicos formados para hacer investigación al más alto nivel trabajamos siguiendo protocolos establecidos, que reduzcan el riesgo al error en nuestras mediciones de laboratorio, fabricación de nuevos dispositivos, análisis de materiales, etc. Una vez reducidos esos riesgos, los investigadores describimos detalladamente en reportes y publicaciones nuestros resultados, métodos y procesos, para que sean evaluados, criticados, destruidos o aprobados por un grupo de especialistas en el tema.  Estos últimos con trayectoria y prestigio internacional, ganados por el número de patentes, publicaciones, dirección de tesis doctorales, etc. En ningún caso, el investigador que presenta un manuscrito a evaluar, tiene conocimiento de quienes son sus revisores, y ellos tampoco conocen a los otros revisores asignados. Esto es lo que se llama “revisión por pares”, un proceso pensado para emitir un veredicto lo más imparcial posible. Una vez que recibimos estos reportes finales recién conocemos la situación en la que se encuentra nuestra investigación. Puede ser que no tenga un sentido coherente, puede que hayamos cometido errores de concepto, o durante los experimentos, etc. En el mejor de los casos tendremos una publicación que compartir con la comunidad internacional. La ciencia y el conocimiento avanza por la discusión y el aporte de los científicos.

Es por ello que nadie debe extrañarse por la aparición de críticas, sugerencias, hipótesis o apoyo en el caso de las supuestas momias extraterrestres, por parte de la comunidad científica peruana. Comunidad (Biólogos, arqueólogos, paleontólogos, etc. de la UNMSM, UPCH, etc) que no fue comunicada por los canales correspondientes, como si lo fueron investigadores internacionales (de Rusia, USA o México). Para poder investigar de manera correcta temas como este, se debe ser muy cuidadoso para no cometer errores de fondo y forma y claro está, siempre con la mente abierta a todas las posibilidades. La historia nos muestra que los cambios de paradigmas han implicado mucha polémica, discusión y  hasta persecuciones, se debe investigar con la mente abierta a muchas posibles explicaciones, siempre que se respete una base cientifica coherente.

Cientificos.pe se solidariza con los profesionales peruanos que han sido mencionados por los periodistas relacionados a este caso. Debemos entender que los periodistas realizan otro tipo de investigaciones. Queremos dejar constancia nuevamente del pedido al Ministerio de Cultura para la protección del patrimonio arqueológico peruano, a la sociedad civil a denunciar casos de tráfico de patrimonio arqueológico y a no dejarse llevar por supuestas conclusiones sin fundamento científico. Especialmente peligrosas al poder fomentar la búsqueda de tesoros en las pampas de Nasca.

Rodolfo Salas-Gismondi, Ph.D, del Departamento de Paleontología de Vertebrados, Museo de Historia Natural, UNMSM, Lima – Perú e Investigador Asociado de la Division of Paleontology del American Museum of Natural History, NY – USA, es uno de los pocos especialistas peruanos (en el tema) que han alzado la voz sobre este caso. Comprendemos su indignación pues el amor y cariño a nuestra historia y patrimonio es lo que lo impulsa día a día.  Utilizando las radiografías de las manos de dos restos arqueológicos mostrados por los investigadores internacionales, el Dr. Salas-Gismondi nos explica por qué no son correctas las conclusiones del grupo científico internacional, es decir no se trata de momias extraterrestres.

A continuación exponemos el análisis científico que nos ha enviado el Dr. Salas-Gismondi, no sin antes declarar que el Dr. Salas-Gismondi indica no estar coludido con el gobierno, ni responder a intereses mayores. Sus artículos y análisis del caso son en respuesta a la magnitud de las imprecisiones vertidas por los investigadores del grupo que ha analizado las momias peruanas, a través de la manipulación de la evidencia científica. Este analisis ha sido publicado por las webs peruanas Sophimania.com (https://www.sophimania.pe/ciencia/dinosaurios-paleontologia-y-arqueologia/cientifico-sobre-la-momia-de-nazca-ninguna-de-las-manos-tiene-sentido-anatomico-funcional-o-evolutivo/) y Utero.pe (http://descreidos.utero.pe/2017/06/29/analisis-de-las-manos-de-la-momia-alienigena-de-maussan/).

Resumen: Con respecto a la supuesta mano extraterrestre que se analiza en este artículo, el Sr. Maussan refirió (programa “Contacto”; 2 de julio) que sus científicos han coincidido en afirmar que cada dedo posee seis falanges y que las manos son anatómicamente correctas y funcionales. En base a la radiografía de esta mano y usando anatomía comparada básica, identifico los huesos que la conforman y demuestro que (1) la mano está formada por al menos dos individuos humanos y (2) cada dedo tiene dos metacarpos (humanos), una absoluta aberración anatómica y evolutiva. Esta no es una opinión, es el resultado del análisis anatómico-comparativo. Esta mano es la evidencia científica que el equipo del Sr. Maussan defiende como auténtica. El análisis anatómico demuestra que el equipo involucrado, incluido el forense mexicano José de Jesús Salce y el médico cirujano peruano Edson Salazar, no han hecho distinción entre un metacarpo y una falange.

Figura 1

I. Identificación de los huesos que conforman la mano proporcionada por el Sr. Thiery Jamin.

Como referencia, la Figura 1 muestra una imagen radiográfica de un brazo humano con los huesos nominados.

Según el Sr. Maussan, la mano “alienígena” fue proporcionada por el francés Thierry Jamin (Figura 2). Para la identificación y análisis de la mano he utilizado la imagen radiográfica mostrada por el Sr. Maussan en el programa “Contacto” del 2 de julio del presente (https://www.youtube.com/watch?v=wzpZYcVI6Rk). La imagen muestra una mano con tres dedos. De acuerdo con el equipo del Sr. Maussan, cada dedo está formado por seis falanges y los metacarpos (que conformarían la palma de la mano) son largos, delgados y forman una palma rectangular. Este análisis es superficial, incorrecto, y está basado en la posición relativa de los huesos y no en su morfología.

Figura 2

En una mano humana, como en la de otros vertebrados (por ejemplo, mamíferos, reptiles y aves), cada dedo posee solo un metacarpo y generalmente varias falanges (Figura 1). El número de falanges es variable entre especies, pero nunca hay más de un metacarpo por dedo. Los metacarpos son huesos con facetas de articulación complejas y muy diferentes a la morfología simple de las falanges, es decir, no es posible confundir metacarpos con falanges cuando se cuentan con imágenes relativamente claras. En la radiografía de la mano “alienígena” de Jamin, el análisis morfológico de los huesos indica que cada dedo está formado por dos metacarpos y cuatro falanges y no por seis falanges como indicaron el forense mexicano y los demás investigadores del grupo. Todos estos huesos son de humanos adultos. En las figuras, los verdaderos metacarpos están indicados con “MC” y las falanges con “F”. En cambio, los “metacarpos largos y delgados que forman una palma rectangular” (según fueron identificados por el equipo del Sr. Maussan) son en realidad huesos diversos: dos metacarpos humanos dispuestos simétricamente (pero en sentido inverso), dos posibles falanges y varios huesos largos. Lo curioso es que estos huesos largos no tienen facetas articulares definidas y poseen las epífisis desoldadas (por ejemplo, tibia de Figura 2), por lo que probablemente sean huesos de individuos inmaduros, por ejemplo, niños muy pequeños (neonato). El reducido tamaño de estos huesos y su morfología también indicarían que se trata de los huesos del brazo y/o la pierna de neonatos.

Al comparar la mano mostrada por Thierry Jamin con la mostrada por Paul Ronceros (Figura 3) se observa un patrón similar. Es decir, cada dedo está formado por al menos dos metacarpos humanos. La “palma” de la mano incluye varios huesos largos. En este caso es más evidente que uno de los huesos de la palma es un radio o un cúbito de niño. Además, en esta mano algunos metacarpos están mezclados entre las falanges, sin ningún sentido anatómico. Incluso, uno de los dedos tiene una falange al revés, es decir orientada en el sentido anatómicamente incorrecto.

En síntesis, la mano considerada auténtica por el equipo de Maussan posee dos filas de metacarpos humanos. Los huesos de la supuesta “palma” rectangular, son probablemente huesos de brazos y piernas de individuos humanos neonatos. La mano presentada por Paul Ronceros también posee más de una fila de metacarpos humanos y además metacarpos mezclados entre las falanges e incluso una falange al revés. Ninguna de las manos tiene sentido anatómico, funcional o evolutivo por lo que dejan muchas sospecha de su autenticidad. Al parecer, ambas manos incluyen huesos del brazo y la pierna de individuos neonatos en la zona de la “palma” de la mano, por lo que presumo que se construyó ambas manos mezclando en cada caso huesos largos (cúbito, radio, tibia, peroné) de individuos neonatos con metacarpos y falanges de adultos.

Según el Sr. Maussan la mano presentada por el Sr. Thierry Jamin ha sido datada (con Carbono 14) en 1200 años de antigüedad en la Universidad Autónoma de México. Estos resultados son indicadores del carácter arqueológico de los restos utilizados para la construcción de esta mano. Las modificaciones de las manos de la momia “María” descritas en el post anterior (http://www.cientificos.pe/index.php/2017/06/28/momia-de-nasca-parte-2-analisis-manos-y-pies/) también fueron hechas sobre material arqueológico, lo que demuestra una destrucción sistemática de restos patrimoniales en la zona de Nasca. Esta nociva actividad se puede incrementar si se sigue especulando y presentando supuestas evidencias que no han sido confirmadas como verdaderas, y más aún, que dejan muchas sospechosa de su autenticidad como hemos expuesto en este artículo con base cientifica. Este tema puede tornarse aún más delicado si alguno de los huesos humanos pertenece a esqueletos no arqueológicos.

II. El equipo del Sr. Maussan, entre ellos el médico cirujano peruano Edson Salazar y el forense mexicano José de Jesús Salce, no han podido distinguir falanges de metacarpos. Sus declaraciones sobre la autenticidad de estos restos no están basadas en el conocimiento científico.

En relación a la momia presentada por el Sr. Maussan, denominada María” (http://www.cientificos.pe/index.php/2017/06/28/momia-de-nasca-parte-2-analisis-manos-y-pies/), quisiera agregar que la evidencia “no humana” es tan débil que no se necesitan tomografías axiales computarizadas, ni exámenes de ADN para determinar que es una momia arqueológica humana. La anatomía comparada (no el photoshop) muestra que las manos tienen la forma y proporciones de las manos humanas luego de las alteraciones descritas. Los huesos del pie corresponden con huesos humanos. El cráneo deformado, alargado se ha documentado en momias humanas de culturas prehispánicas de la zona. El resto del esqueleto corresponde con el de un humano. ¿Cuál sería el resultado de un análisis de ADN si la anatomía corresponde con la de un humano? Si el fenotipo (la anatomía) es resultado del genotipo (la información genética), el ADN sería más cercano al de un humano que al de un chimpancé. ¿De qué evidencia extraterrestre estamos hablando?

A esta evidencia anatómica, que contradice las suposiciones de momias extraterrestres, debemos sumar que nadie conoce la procedencia exacta de todos estos restos, que tampoco se conoce al descubridor, que todos los restos permanecen ocultos, y que alteraciones sobre restos arqueológicos han ocurrido anteriormente en la zona de Ica y Nasca.

Cientificos.pe agradece al Dr. Salas-Gismondi por la férrea defensa del patrimonio nacional, no solo en este caso, ver links al final de este articulo.

Cientificos.pe

Otros enlaces del Dr. Salas-Gismondi en cientificos.pe

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