Por razones evidentes la coyuntura me lleva a reflexionar sobre lo peligroso que es para la ciencia y el sistema de ciencia de nuestro país el premiar la mediocridad, las creencias o la pseudociencia por encima de la calidad académica, la trayectoria de los profesionales y la evidencia científica. Si bien los ministros son elegidos por el presidente, estos deben tener la idoneidad, ética y moral para manejar la cartera que se les encomienda, poniendo por encima de sus creencias personales la evidencia para generar adecuadas políticas públicas, o para no estafar a la población, por lo menos.
El fomento de la ciencia, tecnología e innovación (CTI) no va de la mano de su ministerio, pero al estar presentes en diferentes ámbitos su influencia es transversal a todos los sectores. Definitivamente debería tener una posición fundamental en la toma de decisiones, más aún en un país como el nuestro, en donde los ahorros no nos sobran como para invertirlo en tratamientos que no tienen evidencia (como la homeopatía), equipamiento sin certificaciones o invertir en nuestro mal llamado nacionalismo (proyectos de bajo nivel que incluyan papa, pisco, alpaca, quinua, etc).
Partiendo de lo escrito hace algunos años por Mario Bunge en “Ciencia, Técnica y Desarrollo”, re-escribo y pongo en contexto una guía práctica de destrucción de la ciencia de un país, pero con las tonalidades de rojo y blanco. Si reconocemos más de tres ítems en nuestra realidad actual es probable que la ciencia en nuestro país esté camino al abismo.
La siguiente guía son solo recomendaciones, sabemos que llegado el momento usted lo hará mucho mejor y que nos ayudara proporcionando nuevas ideas, innovar está de moda. Tampoco es necesario seguir algún orden, los números son solo referenciales. Veamos la guía.
- Promover un ambiente pseudocientífico. La pseudociencia y las creencias sin evidencia científica en posiciones de poder son la mejor manera de espantar a la comunidad científica. Colocar a estas personas en cargos de dirección y de adecuación de políticas públicas no solo llevarán al país al fracaso, si no que detendrán cualquier intento de avance en esta materia. Promueva como base de toma de decisiones los dogmas como los cultos, la magia, las supersticiones, la pseudociencia. Eso mantendrá entretenida a la sociedad y no le darán la importancia debida a la evidencia científica. Fomente la frase “Creer en la ciencia” y retire “Confiar en la Ciencia”. Si puede usar los medios masivos para transmitir programas de este tipo mucho mejor. Los fantasmas y extraterrestres son temas que siempre resultan. Siempre puede buscar respuestas en lo sobrenatural, ha funcionado antes. Un ejemplo claro se dio en nuestro país, cuando a la cabeza de la comisión de educación se encuentra una persona que considera que el matrimonio homosexual produce terremotos. (188) Esdras Medina habló en contra de la legalización del matrimonio homosexual – YouTube
- Normativas y burocracia. Si en caso se nos escapan algunos investigadores y estos empiezan a destacar en nuestro país, pues podemos crear burocracia en las universidades y en la institución que maneja los fondos para poner trabas para la compra de equipamiento e insumos. Esto aburrirá a los investigadores y limitará su accionar.
- Entregue becas de posgrado sin un plan de retorno. Si realiza esto su gobierno ganará popularidad y al mismo tiempo los alumnos más destacados no volverán para trabajar en los laboratorios de investigación. La creación de ciencia será casi nula y quedará obsoleta por la no renovación de los cuadros en Universidades. Mantenga a los profesores investigadores con contratos indefinidos y a los jóvenes con contratos cortos, genere que solo entren a trabajar en universidades públicas quienes no han salido nunca al extranjero a realizar posgrados, ellos son peligrosos, podrían tener nuevas ideas.
- Generar diferentes prioridades. No hay peor ecosistema de ciencias que el que se encuentra en una crisis económica, política o social. La inestabilidad en general juega en contra de la investigación científica, por lo que la creación de conocimiento se verá totalmente afectada. Nadie puede trabajar en investigación eficazmente teniendo en mente otras prioridades. Obviamente un % del PBI bajo sera necesario.
- Busque promover la división entre la comunidad científica. Aproveche la oportunidad para generar malos entendidos, envidia o recelo. Esto puede lograrlo financiando solo a un grupo de ellos. Además, si ellos cometen faltas éticas no los sancione, verá que esto resulta en una división y nos dará tiempo para implementar los siguientes puntos de este manual. En río revuelto ganancia de pescadores.
- Salarios y Contratos por los suelos. No se puede exigir una investigación de calidad si los investigadores pasan penurias económicas. Si no les ofrecemos contratos dignos y con la estabilidad necesaria, estos tendrán que buscar otras fuentes de financiamiento, generalmente privadas, y con ello dedicar menos tiempo y concentración a la investigación científica y formación de nuevas generaciones. Esto como vemos es muy efectivo.
- Limitando la libertad de investigación. Si se restringe la libertad de investigación nos acostumbraremos a solo copiar y pegar lo que ya ha sido creado en otros lugares, estaremos cerrando la posibilidad de comunicarnos entre investigadores en el mundo y con eso limitaremos el flujo de nuevas ideas. Esto traerá consigo al dogmatismo, nuestro aliado en la destrucción del sistema de CTI. Como un tip, esto funciona muy bien si deja de invertir en Ciencia Básica.
- Crear un conflicto. Un conflicto armado produce la pérdida de muchas vidas humanas, entre ellas de personal calificado. Por otro lado, genera también una migración de profesionales, generando un gap generacional el cual cuesta costará mucho cerrar.
- Eliminar a los investigadores rebeldes. Nunca está de más callar a la oposición, y si esta oposición es altamente calificada mucho más conveniente. Si hay investigadores inconformes con el ecosistema de CTI hay que retirarlos y dejar solo trabajar a aquellos que pueden ser utilizados para limpiarte la cara (o el petróleo del mar).
- Falacia de autoridad. Nombre en cargos de alta dirección o de comunicaciones a investigadores o profesionales (o influencers) que tengan un discurso alineado al suyo, esto generará que antepongan sus ideologías o dogmas a la evidencia científica. Son muy necesarios pues el ciudadano les creerá sin oponer resistencia por ser populares o especialistas en algo. Si son medicos mucho mejor.
- Promover una enseñanza superior mediocre. La educación superior es la base fundamental del sistema de CTI de un país, sin buenos investigadores no podremos crear conocimiento, además la innovación y desarrollo tecnológico se verán afectados. Seremos dependientes siempre de potencias extranjeras. La mediocridad de nuestras universidades, se ve reflejada en nuestra producción científica. Si existiera alguna entidad que se encargue de la calidad de la Universidad hay que destruirla o quitarle atribuciones, para que la sociedad no sospeche que estamos manteniéndolos en un estado de ignorancia generalizada.
- Cero pensamiento crítico en las escuelas. Una sociedad que no se cuestiona es una destinada a ser manipulada por sus gobernantes. El pensamiento crítico es la base de la investigación, su ausencia dará como resultado una proliferación de empresas que lucrarán con terapias cuánticas, métodos de curación mágicos, pastillas o agua milagrosa sin ningún fundamento científico. Para eliminar el pensamiento crítico brindemos a los niños en las escuelas los métodos memorísticos o con técnicas de solución de problemas matemáticos con atajos, sin dar lugar a explicar el por qué del atajo. El futuro será una generación de robots muy obedientes.
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En momentos en los que todo esto se mezcla con la realidad, debemos reflexionar en el rol que jugamos dentro de la CTI de nuestro país y sobre las acciones a tomar para que algunos puntos de esta guía no se apliquen. Sabemos que luchamos contra militantes y lobbies que buscan implantar sea el oscurantismo o el mercantilismo, la lucha viene siendo muy dura y asimétrica. Está en nuestras manos el evitar que todo esto se convierta en nuestra realidad.
Nahuel Monteblanco, PhD.

PD: “….. pero los dinosaurios van a desaparecer”